Las dietas de adelgazamiento son peligrosas cuando no estamos asesoradas por un especialista en el tema; una nutricionista en este caso. Seguir una dieta no personalizada o creada por nosotras nos hace correr el riesgo de perder nutrientes, vitaminas potasio, etc. pudiendo llegar a desencadenar una descompensación en nuestro organismo, con consecuencias que pueden llegar a ser fatales. Existen muchos mitos, por ejemplo: dejar de cenar sería una buena forma de perder peso. Esto es falso; lo ideal es NO saltear ninguna de las cuatro comidas, para no llegar a la siguiente con un apetito voraz. Es más, deberíamos comer más de cuatro veces pero en pequeñas cantidades, achicando las porciones en las cuatro comidas principales.
Es aconsejable tomar mucho líquido, como mínimo ocho vasos por día. El agua no solo te hidrata, te ayuda a sentir sensación de saciedad, sobretodo si has ingerido alimentos ricos en fibras. También es falso que beber un jugo de pomelo u otro cítrico en ayunas nos ayudará a quemar grasas.
Es verdadero que el ejercicio diario es fundamental, tus piernas se tonificarán (aumento del tono muscular, mayor firmeza) favoreciendo su forma y apariencia. También se favorece la circulación, previniendo la aparición de las odiadas tela de araña (ramificaciones color violáceo), desaparecerán los rollitos y además de sentirte mejor anímicamente ... ¡¡TE VERÁS ESPLÉNDIDA!!
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