No te rindas

Tómate la vida con ganas, sintiendo la inmensa sensación de saber que lo haces lo mejor que puedes. No desistas en el primer intento, porque debes saber que la vida siempre nos da una segunda oportunidad. Encuéntrate a ti misma cuando estes frente a un espejo; de no ser así, piensa que cosas deberías cambiar y pon manos a la obra.
Muchas veces nos sentimos impotentes frente a un problema, grande o pequeño, da igual, creyendo que no podremos resolverlo; pero el tiempo es sabio; alivia, recupera, cicatriza, asi que lo mejor es esperar. Seguramente el día después veremos las cosas de manera diferente y aquellos sentimientos que nos atormentaban quedarán atrás.
Disfruta el sabor de cada día porque es único, con lo bueno y lo malo de cada segundo, con la increible sensación de no saber que nos deparará el instante siguiente. Con la energía impregnada en la piel y la frescura tatuada en el alma.